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Declaración final acerca de la décima reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional (2005) sobre la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19)‎

La décima reunión del Comité de Emergencias convocada por el Director General de la OMS en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) sobre la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) se celebró el jueves 13 de enero de 2022 de 12.00 a 17.00 horas (hora de Ginebra, horario centroeuropeo).

 

Diligencias de la reunión

Los miembros y asesores del Comité de Emergencias celebraron la reunión por videoconferencia.

El Director General dio la bienvenida a los miembros del Comité y a sus asesores. Puso de relieve los retos que plantean los elevados niveles de transmisión de la variante preocupante ómicron del SARS-CoV-2 y la correspondiente carga que recae sobre los sistemas de salud pública y la prestación de servicios de salud. El Director General destacó la importancia de que las poblaciones vulnerables de todos los países tengan acceso oportuno y equitativo a la vacunación contra la COVID-19. Alienta a hacer todo lo posible por ampliar el acceso a la vacunación y la aceptación de las vacunas, con la expectativa de que las personas que tienen acceso a las vacunas se vacunen y sigan acatando las medidas sociales y de salud pública. El Director General manifestó su esperanza de que, gracias a la colaboración, se pueda poner fin a la fase aguda de la pandemia de COVID-19.

Los representantes de la Oficina del Asesor Jurídico (LEG) y del Departamento de Conformidad, Gestión de Riesgos y Ética (CRE) informaron a los miembros sobre sus funciones y responsabilidades. El responsable en materia de ética de CRE proporcionó a los miembros y asesores una visión general del proceso de declaración de intereses en la OMS. Se informó a los miembros y asesores de que es su responsabilidad individual revelar a la OMS, de manera oportuna, cualquier interés de carácter personal, profesional, financiero, intelectual o comercial que pueda dar lugar a un conflicto de intereses percibido o directo. Además, se les recordó su deber de mantener la confidencialidad de los debates de la reunión y del trabajo del Comité. Con ese fin, se preguntó a todos los miembros presentes y no se detectó ningún conflicto de intereses.

La Secretaría cedió la palabra al Presidente, el Profesor Didier Houssin, quien señaló los continuos retos que planteaba el SARS-CoV-2 casi dos años después de la primera reunión de este Comité. Asimismo, pasó revista a los objetivos y el orden del día de la reunión.

 

La Secretaría presentó información sobre la situación actual de la pandemia de COVID-19 y un proyecto sobre cómo optimizar la respuesta a la pandemia de COVID-19 en 2022. La ponencia se centró en lo siguiente:

  • el contexto epidemiológico mundial, incluida una visión general de la variante preocupante ómicron;
  • los factores que siguen impulsando la transmisión, las posibles situaciones futuras que puedan conllevar variantes más o menos graves, y los desafíos que plantea la continua evolución del SARS-CoV-2 en reservorios animales y humanos;
  • el estado de las vacunas contra la COVID-19 y los objetivos de vacunación para 2022; y
  • una actualización sobre el tráfico internacional y los progresos en las recomendaciones temporales emitidas en la 9.ª reunión del Comité de Emergencias.

 

El Comité deliberó sobre cuestiones clave como:

  • los desafíos y oportunidades para armonizar las iniciativas nacionales y mundiales de respuesta en el contexto de los brotes simultáneos de la variante preocupante ómicron, en particular en relación con los viajes internacionales;
  • los factores que impulsan la aparición de nuevas variantes preocupantes, así como las diferencias en las características de las variantes preocupantes delta y ómicron y sus respectivos linajes;
  • la evolución de las estrategias de prueba para detectar el SARS-CoV-2, así como la accesibilidad y asequibilidad de las contramedidas médicas;
  • las estrategias de vacunación y el uso de combinaciones de vacunas heterógenas;
  • los desafíos de mantener la aceptación comunitaria continua de las medidas sociales y de salud pública después de dos años de pandemia y el riesgo de declaraciones excesivamente optimistas sobre el estado de la pandemia;
  • los crecientes niveles de amenaza y las inquietudes por la seguridad personal a los que se enfrentan los responsables, asesores y jefes en primera línea de la respuesta a la pandemia;
  • la concentración de los esfuerzos de respuesta en una combinación de supresión de la transmisión y de mitigación de los desenlaces graves; y
  • la necesidad de mantener un enfoque integrado de «Una sola salud» en las iniciativas de vigilancia, investigación y respuesta al SARS-CoV-2.

 

El Comité elogió a Sudáfrica por su rápida identificación y el intercambio transparente y rápido de información sobre la variante preocupante ómicron. El Comité manifestó su preocupación por la reacción de los Estados Partes de poner en marcha prohibiciones generales a los viajes, que no son eficaces para suprimir la propagación internacional (como ha demostrado claramente la experiencia con la variante ómicron) y pueden desalentar la notificación transparente y rápida de las variantes preocupantes que puedan surgir.

 

El Comité tomó nota con preocupación de los informes de actos de violencia contra trabajadores de la salud, funcionarios de salud pública y asesores expertos que participan en la respuesta a la COVID-19. El Comité condena tales actos, que socavan los esfuerzos de respuesta nacionales y mundiales.

 

El Comité manifestó su profunda preocupación por el hecho de que los países que no reúnen los requisitos para el compromiso anticipado de mercado (AMC) del Mecanismo COVAX estén experimentando dificultades para sufragar las vacunas contra la COVID-19. Además, señaló los problemas que planten los altos precios de determinados tratamientos, la falta de equidad para acceder a ellos y la limitada disponibilidad de datos sobre su costo-eficacia. El Comité instó a la OMS a que prosiguiera su labor con el sector farmacéutico para subsanar los obstáculos al acceso y la asequibilidad de los tratamiento ampliando la fijación de precios escalonados, los acuerdos de concesión voluntaria de licencias y otras formas de fomentar el acceso a las vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico en todos los países, posiblemente partiendo de las orientaciones del Marco de Preparación para una Gripe Pandémica.

 

Si bien las vacunas actuales siguen siendo eficaces para reducir el riesgo de padecer una forma grave de la enfermedad y de morir por COVID-19, no eliminan por completo el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 (todas las variantes). Es crucial disponer de una estrategia mundial coordinada para garantizar la protección de las poblaciones de alto riesgo en todas partes, prestando una atención especial a los países con bajas tasas de vacunación, en particular los que tienen una tasa inferior al 10%. A fin de llegar a la estrategia óptima de vacunación para reducir la infección, la morbilidad y la mortalidad, el Comité hizo hincapié en la importancia de coordinar la investigación sobre las combinaciones de vacunas heterógenas, teniendo en cuenta también la inmunidad natural tras la infección y la necesidad de que los fabricantes produzcan y compartan los datos pertinentes. Además, el Comité señaló la importancia de acelerar la investigación y el desarrollo de tecnologías vacunales novedosas. La tecnología vacunal actual depende de jeringuillas, cuya disponibilidad es limitada, lo que supone una importante carga logística y programática. El rápido desarrollo de formulaciones vacunales alternativas, como las vacunas de administración intranasal, podría hacer más fácil la distribución de vacunas en zonas de bajos recursos y/o de difícil acceso. Por otro lado, es evidente la necesidad de continuar trabajando en vacunas que confieran una mayor inmunidad contra las diferentes variantes.  El Comité reconoció la labor de otros grupos consultivos técnicos de la OMS, como el Grupo Consultivo Estratégico y Técnico sobre Peligros Infecciosos (STAG-IH), el Grupo Consultivo Técnico sobre la Composición de las Vacunas contra la COVID-19 (TAG-CO-VAC), el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico (SAGE) sobre inmunización, los grupos de trabajo del Proyecto de Investigación y Desarrollo para las Epidemias y el Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 (TAG-VE), que mantienen debates en profundidad sobre los principales elementos de la composición de las vacunas, la formulación de estrategias y la evolución del virus, e informan con periodicidad de sus conclusiones.

El Comité reconoció los retos con respecto a la sensibilidad y la calidad que plantean las numerosas pruebas diagnósticas existentes para el SARS-CoV-2 ante la evolución del virus, y la falta de aprobación adecuada para algunos de sus usos, por ejemplo las pruebas utilizadas para dar acceso a instalaciones. Ello puso de relieve la necesidad de contar con estrategias de prueba coherentes en las que se defina claramente qué tipo de pruebas se utilizarán para qué fines.  El Comité tomó nota de la necesidad de que las autoridades reguladoras se aseguren de que las pruebas de diagnóstico cumplen las normas de la OMS sobre especificidad y sensibilidad para las diferentes aplicaciones, en particular el uso de los ensayos utilizados en las pruebas para dar acceso. Es necesario que los Estados Partes sigan coordinándose para garantizar la disponibilidad y el uso de pruebas rápidas de antígenos de alta calidad en todos los países con el fin de dar una respuesta eficaz de ámbito mundial a la pandemia.

El Comité reconoció los desafíos de mantener la aceptación comunitaria continua de las medidas sociales y de salud pública tras casi dos años de pandemia de COVID-19 y el riesgo de declaraciones excesivamente optimistas con respecto al estado de la pandemia. El Comité hizo hincapié además en la necesidad de defender las consideraciones éticas y de derechos humanos en la aplicación de medidas sociales y de salud pública individualizadas, de conformidad con las orientaciones de la OMS.

 

El Comité acordó por unanimidad que la pandemia de COVID-19 sigue constituyendo un evento extraordinario que continúa afectando negativamente a la salud de grupos poblacionales de todo el mundo, conlleva un riesgo de propagación internacional y de interferencia con el tráfico internacional, y requiere una respuesta internacional coordinada. En consecuencia, el Comité Coincidió en que la pandemia de COVID-19 sigue siendo una ESPII y ofreció su asesoramiento al Director General.

 

El Director General declaró que la pandemia de COVID-19 sigue constituyendo una ESPII. Aceptó el asesoramiento del Comité y lo remitió a los Estados Partes como recomendaciones temporales en virtud del RSI

 

El Comité de Emergencias volverá a reunirse en un plazo de tres meses o anteriormente, a discreción del Director General. El Director General dio las gracias al Comité por su labor.

 

Fuente: Organizacion Mundial de la Salud

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